sábado, 13 de junio de 2009

Jaume Baguñà, Genética del Desarrollo, Evo-Devo y evolución darwiniana. Avances y paradojas.


Jaume Baguñà es catedrático de la Universidad de Barcelona.

Evo-Devo es una disciplina de vanguardia que trata de encontrar los mecanismos genéticos (moleculares)que guían el desarrollo de un organismo (ontogenia) y cómo estos mecanismos han cambiado en diferentes especies. Esto permitiría una mejor comprensión de las bases genéticas de la evolución y el origen de las especies.
De las pruebas que Darwin aportó en el “Origen de las Especies” a favor de la Evolución, el desarrollo embrionario es uno de los más claros exponentes de su idea básica de ‘descendencia común con modificaciones’. Sin embargo el desconocimiento de cómo y donde surge la variación en las poblaciones y, muy en especial, de la naturaleza del material hereditario relegaron al desarrollo a un rol nulo en la genética mendeliana y en la posterior Síntesis Moderna (Neodarwinismo). En los últimos 30 años, la Genética del Desarrollo y la Evolución y Desarrollo (o Evo-Devo) han dado un vuelco a esta situación demostrando que los genes controlan el desarrollo y que son los cambios a nivel genético los motores principales de la variación morfológica. Al tiempo, la Genómica Comparada ha revelado que el número y tipo de genes son muy similares en todos los organismos, son a menudo funcionalmente equivalentes, y se expresan en lugares y momentos muy diversos durante el desarrollo. Cómo genes tan similares generan organismos con morfologías tan diversas? La solución a esta paradoja parece residir en que la mayoría de cambios acaecen en las regiones reguladoras de los genes, lo que las faculta para regular e interconectar los genes de forma muy versátil. Curiosamente, esta nueva visión genómica y molecular del desarrollo es más cercana a la Unidad de tipo (conjunto conservado de genes) con modificaciones (variación en regiones reguladoras) darwiniana que a la visión neodarwinista de la Síntesis Moderna. Quedan, sin embargo, problemas mayores por resolver como son describir con precisión el espacio entre genes/redes de genes y caracteres morfológicos y, probado ya fehacientemente su rol clave en microevolución adaptativa, determinar el papel que tuvo o pudo tener la selección natural en las denominadas transiciones evolutivas.

Ambrosio García Leal y La paradoja del sexo


Ambrosio García Leal es un eminente biólogo español que se ha dedicado en los últimos años a reflexionar sobre biología evolutiva y psicología evolucionista, y ha encarado el asunto del sexo en dos obras divulgativas, publicadas ambas por Tusquets editores: La conjura de los machos y El sexo de las lagartijas. Precisamente para esta editorial ha realizado, además, multitud de traducciones de otras obras científicas.


Explica que, el sexo es el centro de nuestra vida y no podemos ser ajenos a él. De este modo, es una fuerza que nos influye continuamente de diversas formas cada vez en nuestra manera de ser. Es un fin de nuestra existencia, tras la necesidad de vivir, nos disponemos a realizar ese fin. A menudo, el sexo es pensado de forma obsesiva al querer el ser humano dejar descendencia. También de forma científica. El sexo influye en nuestro comportamiento y en nuestras relaciones sociales. Darwin lo definio como motor de la seleccion sexual.
Los biólogos siempre han sabido que, como procedimiento reproductivo, el sexo parece una complicación innecesaria. ¿Por qué perder el tiempo en encontrar una pareja aceptable que, a su vez, lo encuentre aceptable a uno o una? En teoría, debido a éste y otros costes añadidos de la reproducción sexual, la selección natural debería apostar por la alternativa asexual, más rentable a corto plazo. Sin embargo, en el mundo vivo encontramos sexo por doquier: es la modalidad reproductiva mayoritaria en animales, plantas, hongos y muchas otras formas de vida, por lo que cabe preguntarse cuál es la ventaja del sexo sobre la clonación asexual. No es extraño que, para
los biólogos, el sexo plantee una paradoja evolutiva. Otra paradoja, diferente pero a menudo confundida con la anterior, es la existencia de sexos diferenciados. En principio, nada impide que las especies sexuales estén constituidas por hermafroditas, pero en el mundo vivo el hermafroditismo es la excepción y no la regla. La existencia de sexos, y en particular de machos y hembras, es tan enigmática como el sexo mismo.